La historia de Granix se remonta a 1932, cuando se estableció la primera planta de producción en Libertador San Martín, Entre Ríos. En aquel entonces, se utilizaba un sistema casero y algunas máquinas eran fabricadas por los propios empleados. La producción inicial consistía en copos de trigo y maíz, los cuales se vendían en la comunidad local, en la ciudad de Paraná y en Buenos Aires, Argentina.

En 1935, un creativo anónimo propuso el nombre para la empresa: Granix. Esta idea habría estado inspirada en Granosea (marca de la fábrica de alimentos de la Iglesia Adventista en Inglaterra) y Granola (el primer compuesto de cereales inventado por el Dr. Kellogg, director del Sanatorio Adventista de Battle Creek, Estados Unidos). A partir de entonces, la producción comenzó a comercializarse bajo ese nombre.

Tres años después, en 1938, la empresa decidió trasladarse a Florida, Buenos Aires, y reorganizarse como Alimentos Granix.